Dame otra vez tú mano, entrelacemos nuestros dedos y aprieta con fuerza hasta enrojecerlos. Manos que nos dan la bienvenida o el adiós de despedida. Manos al cielo rogando que llueva otras pidiendo clemencia. Manos de laboriosos artesanos, manos encallecidas de viejos marineros. Juntemos las manos entrelacemos nuestros dedos y aticemos los latidos al corazón. Manos que se entregan manos que marcan la piel, manos que paran y otras disparan. Manos de nuestras madres entre tirones de orejas y abrazos, mano grandes, manos largas manos de recien nacido son las manos... Dame otra vez tú mano, entrelacemos nuestros dedos y aprieta con fuerza hasta enrojecerlos.
SI ES BUENO VIVIR, TODAVÍA ES MEJOR SOÑAR Y MEJOR DE TODO DESPERTAR